Los sistemas de riego son fundamentales para usar el agua de forma eficiente y es que es un recurso limitado de suma importancia para nuestra supervivencia como especie. En este artículo hablaremos de los distintos tipos de sistemas de riego para que puedas seleccionar el más adecuado para tus necesidades.
- Sistema de riego por aspersión.
Este sistema de riego arroja agua de un punto a otro para humedecer toda el área en el menor tiempo posible. Es necesario estudiar el espacio para distribuir los aspersores de manera que no haya zonas muertas. Este riego se mide en presión por centímetro cuadrado y hay sistemas de presión baja, media y alta según la distancia a cubrir.
Una de las mayores ventajas de este sistema de riego es que es el más eficiente y que menos desperdicia agua, además de que no daña a las plantas. Sí tiene desventajas, por ejemplo, el riesgo de fugas por goteo y también el exceso de humedad en las raíces y plantas lo que puede provocarles infecciones fúngicas.
La mejor manera de aprovechar un sistema de riego por aspersión es monitorear su funcionamiento para hacer los ajustes pertinentes sobre la marcha.
- Riego por exudación.
Este sistema de riego consiste en poner una manguera porosa cerca de las raíces de las plantas y constantemente se libera por ella una pequeña cantidad de agua. El sistema de riego por exudación usa el agua de forma eficiente ya que se libera cerca de las raíces que es donde más se necesita.
Las principales ventajas de este sistema son que funciona con presiones bajas y no hay riesgo de encharcamientos, además de que, al estar enterrada la manguera, dura más. Las desventajas incluyen una inversión elevada para la instalación inicial, la necesidad de instalar reguladores de presión limitada y que es un sistema que requiere mucho mantenimiento pues los tubos de exudación se pueden tapar con facilidad.
- Sistemas automatizados.
Estos más que un sistema de riego es un sistema de monitoreo y gestión centralizada de un sistema hidráulico. Estos sistemas permiten la flexibilidad de configurar el sistema de riego de manera que cubra las necesidades del espacio.
Estos sistemas requieren una inversión inicial elevada, pero valen la pena porque aumentan el control y la eficiencia en el sistema hidráulico que nos ayuda a aprovechar mejor los sistemas de riego que hemos implementado.
Lo más importante al elegir un sistema de riego, es tomar en cuenta las características de la zona en donde lo vamos a instalar y tener siempre en mente el uso de agua tratada para ahorrar la potable.
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