Para garantizar la eficiencia y, principalmente, la sanidad de los sistemas de ósmosis inversa, sus filtros deben reemplazarse, idealmente, una vez por año. Cuando eso no sucede, expones tu salud y la de quienes entran en contacto con el agua filtrada, ya que los contaminantes podrían sobrevivir en ella y causar graves problemas de salud.
Una de las principales razones para cambiar los filtros de manera periódica es que en ellos suelen acumularse desechos que pueden provocar obstrucciones, haciendo que su acción sea ineficaz, o totalmente inútil. Otra buena razón es que algunos tipos de filtros, especialmente los elaborados a base de carbón, pierden sus propiedades de adsorción a medida que pasa el tiempo.
Así que, cuando un filtro ha estado en uso durante un año completo, es hora de iniciar con el mantenimiento y los reemplazos. Es importante recibir asesoría de los profesionales durante este proceso, pues aunque muchos filtros tienen el mismo aspecto, los tamaños y la fabricación pueden variar mucho de una unidad a otra, tanto como los distintos fabricantes y propósitos de cada dispositivo.
Elegir el tamaño y el tipo de filtro correctos es crucial, porque incluso la diferencia más pequeña puede hacer que todo el sistema falle. Por ejemplo, un filtro un poco más pequeño permite que los contaminantes pasen alrededor del filtro, en lugar de atravesarlo, llevándolos directamente hasta tu vaso de agua.
Comúnmente, un sistema de ósmosis inversa en realidad tiene más de un filtro y lleva a cabo más de un proceso, por lo tanto, requiere equiparse con:
- Prefiltro de sedimentos: Se ocupa de filtrar el polvo y los residuos de mayor tamaño.
- Filtro de carbón activado granular: Elimina el cloro
- Membrana de ósmosis inversa ultrafina: Elimina la mayor cantidad de contaminantes
- Filtro de tiempo de contacto prolongado: Elimina el polvo fino
- Filtro posterior de pulido de carbono: Asegura que el agua mantenga un sabor fresco
A excepción de la membrana de ósmosis inversa, todos estos filtros deben reemplazarse cada 12 meses, pero ¿Cómo garantizar que los filtros se remplacen a tiempo? El ritmo de vida y las actividades cotidianas pueden hacer que olvides cuándo fue la última vez que cambiaste los cartuchos. Para evitar que esto suceda, es recomendable programar un recordatorio (Tal como lo haces para recordar tu cita con el dentista o cualquier otro evento importante) un par de semanas antes de que se venza el tiempo de vida útil de los filtros que estás usando.
En ocasiones, sobre todo cuando los filtros son de baja calidad o se instalaron incorrectamente, el sistema puede dar señales de que es tiempo de hacer los cambios antes de que el año entero haya transcurrido. Si notas que:
- El agua tiene un olor desagradable
- El agua tiene un sabor inusual e igualmente desagradable
- El grifo donde está instalado el filtro funciona con baja presión de agua
Sin duda es tiempo de revisar el sistema de ósmosis inversa y cambiar sus filtros para descartar que las fallas se están originando en su funcionamiento.
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