Cuando la presión del agua es baja, el cliente se desespera… y tú pierdes tiempo valioso. Para zonas con flujo débil, el tanque hidroneumático es tu mejor carta: acumula, presuriza y evita fallos en regaderas, boilers y lavadoras. Pero no solo es instalar por instalar: hacerlo bien desde el inicio evita fugas, vibraciones y reclamos.
¿Por qué usar un tanque hidroneumático?
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Acumula agua cuando el suministro es intermitente
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Presuriza automáticamente la red interna
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Protege aparatos de picos y caídas de presión
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Evita instalar bombas prendidas 24/7 que se queman o desgastan
Tips de instalación óptima
Ubicación:
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Cerca de cisterna o toma principal
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Base firme, ventilado y techado
Conexiones clave:
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Válvula check antes de la bomba
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Presostato con rango ajustado (recomendado: 40-60 psi)
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Válvula de alivio para prevenir sobrepresión
Ajuste correcto de aire (pre-carga):
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2 psi por debajo del encendido del presostato
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Usa manómetro confiable y calibra con el sistema vacío
Equipos complementarios según el proyecto
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Bomba presurizadora: si el tanque no se llena por sí solo
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Filtros: si hay agua con sedimentos
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Electroválvulas: automatización por horario o zonas
Consejo de obra: “No pongas el mejor tanque si el agua llega sucia o sin fuerza… acompáñalo bien.”
En zonas con mala presión, el tanque hidroneumático no es lujo: es necesidad. Como contratista, instalarlo bien te da clientes felices, menos retrabajos y más recomendaciones.