Un tanque es más que un depósito con aire y agua. Elegir entre un modelo vertical u horizontal puede hacer la diferencia entre una instalación fácil o un dolor de cabeza con espacio, mantenimiento o desempeño.
Aquí te explico cuándo conviene cada uno según el tipo de obra y lo que pide el cliente.
Tanque Vertical
¿Cuándo usarlo?
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En instalaciones con espacio limitado en planta, pero con buena altura
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Proyectos residenciales, cuartos de máquinas pequeños
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Cuando el cliente quiere fácil acceso para mantenimiento
Ventajas:
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Ahorro de espacio en piso
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Mayor presión disponible por gravedad (si se eleva)
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Mantenimiento más cómodo
- Se instalan directo sin base adicional
Considera:
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Necesita techo alto o espacio vertical libre
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Puede ser más difícil de fijar en zonas sísmicas (requiere anclaje)
Tanque Horizontal
¿Cuándo usarlo?
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En techos bajos, armarios o estructuras cerradas
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Instalaciones industriales o comerciales con espacio de sobra en planta
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Sistemas donde el tanque se coloca sobre estructuras metálicas o bases ya existentes
Ventajas:
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Ideal si hay poco espacio en altura
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Buena estabilidad sin necesidad de fijarlo
- Puede colocarse sobre bases o racks
Considera:
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Ocupa más área en piso
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Requiere base firme y nivelada
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Mantenimiento puede ser más incómodo (válvulas menos accesibles)
¿Qué debes revisar antes de elegir?
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Espacio disponible: techo, ancho, profundidad
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Uso del sistema: presión constante, volumen requerido, intermitencia
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Facilidad de mantenimiento: acceso a válvulas, válvula check, presostato
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Estética o visibilidad: a veces el cliente prefiere lo que se ve “más limpio”
Ejemplo práctico
Tipo de instalación |
Modelo recomendado |
Por qué |
Casa habitación |
Vertical |
Compacto, accesible |
Hotel pequeño |
Vertical |
Mejora presión por altura |
Taller industrial |
Horizontal |
Se acomoda en estructura metálica |
Bodega techada baja |
Horizontal |
No hay altura suficiente |
Un contratista que elige el tanque correcto no solo resuelve el problema… se ahorra vueltas, retrabajos y gana puntos con el cliente.