Un tanque hidroneumático mal calibrado puede hacer que la bomba trabaje de más, se sobrecaliente y, con el tiempo, falle prematuramente. Para que todo el sistema funcione de manera eficiente, es clave asegurarse de que tanto la calibración como el tamaño del tanque sean los adecuados.
Señales de una mala calibración
Estos síntomas suelen deberse a una presión de aire incorrecta dentro del tanque. Pon atención si notas lo siguiente:
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Encendidos frecuentes de la bomba: Si la bomba se prende y apaga constantemente, hay un problema de presión.
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Baja presión de agua: Un flujo débil o inconsistente suele indicar desajustes en la calibración.
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Sobrecalentamiento: Si la bomba se calienta demasiado, puede sufrir daños severos.
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Ruidos extraños: Golpeteos o sonidos fuertes pueden deberse al “golpe de ariete” o cambios bruscos de presión.
Cómo calibrar correctamente tu tanque
Para garantizar el mejor rendimiento:
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Apaga y drena el sistema: Desconecta la bomba y vacía por completo el tanque.
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Verifica la presión de aire: Usa un manómetro en la válvula de aire del tanque.
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Ajusta con precisión: La presión de aire debe estar 2 psi por debajo del punto de arranque de la bomba. Por ejemplo, si la bomba arranca a 30 psi, ajusta el tanque a 28 psi.
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Dale mantenimiento regular: Revisa y ajusta la presión cada 3 a 6 meses, o antes si detectas fallos.
Elegir el tamaño correcto del tanque
Un tanque del tamaño adecuado es crucial para el buen funcionamiento del sistema y para evitar mantenimientos frecuentes.
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Calcula la demanda: Multiplica el flujo del sistema (en GPM) por 3. Por ejemplo, si tu sistema da 8 GPM, necesitas al menos un tanque de 24 galones.
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Analiza tus hábitos de uso: Si en tu casa hay alto consumo de agua o varios baños, puede que requieras un tanque más grande.
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Evita tanques pequeños: Un tanque muy chico hará que la bomba trabaje más de la cuenta y se desgaste más rápido.
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Evita tanques demasiado grandes: No conviene pagar de más por un tanque enorme si no lo necesitas; el costo adicional no siempre se traduce en beneficios reales.
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Una buena calibración y una correcta elección del tamaño del tanque son claves para alargar la vida útil del sistema hidroneumático y mantener una presión de agua constante en toda tu casa o edificio. ¡Revisar y mantener tu sistema con regularidad te ahorrará dolores de cabeza (y de bolsillo)!
